En estos años, se afianza la imagen clásica de la selección camiseta roja, pantalón azul y medias negras con la vuelta rojigualda. Los éxitos del club rojiblanco conviertieron a la segunda camiseta en un símbolo de lo mejor de la época del ‘cholismo’. Pero lo peor no es eso, sino que la mayor parte de la camiseta es de un gris tan claro que parece blanco. Y cuando este color no va acompañado del rojo, ya se sabe que es algo prohibido, por ser el color del eterno rival.