Las camisetas de fútbol de los porteros suele llevar refuerzos en los codos, mientras que los pantalones de fútbol llevan las almohadillas en el lateral del cuádriceps, que es el que recibe el primer y más fuerte impacto contra el suelo siempre que el portero se hace una “palomita” para parar el balón. Al parche de campeón del mundo le suma el logo del patrocinador y de la FFF en tonos dorados.