Cuando se conmemore un acto relevante nacional o internacional, se deberán tener en consideración las sensibilidades del equipo adversario, de sus seguidores y del público en general. Con solo siete jugadores en común con el equipo de 1970 y 1974, siempre iba a ser difícil igualar la última actuación de la selección brasileña en la Copa del Mundo de 1974. Un partido contra Zaire dio lugar a una de las imágenes más sorprendentes en la historia de los mundiales cuando un jugador de Zaire decide no esperar a que Brasil saque su falta y quien patea el balón él mismo.