Como se ha dicho al principio, en muchos casos parece que el subdesarrollo no se supera y se achaca buena parte de la culpa a las naciones desarrolladas. Se ha puesto como ejemplo la baja de los precios de las materias primas exportadas por naciones tropicales frente a la subida de los productos elaborados por países industrializados. Otro caso muy repetido lo constituyen los intereses de la deuda externa contraída por muchas naciones durante la década de los setenta.