Era el Real Madrid de Di Stefano y el que conquistó su primera Copa de Europa. Parece como si se hubieran esforzado tanto con la primera que para la segunda hicieron algo para salir del paso. Un título que reflejaba su éxito y el reconocimiento mundial, pero también sus valores de humildad, esfuerzo y dedicación. “Me preocupa más ser una buena persona que ser el mejor futbolista del mundo”, dijo también uno de los más grandes ídolos de la historia del fútbol.