El sueco dejó el fútbol como un auténtico mito y tras un temporada en el Milan alejado de los focos, pero en la que su papel de figura trascendental en el vestuario fue impecable. En cambio, el Alavés regala una camiseta por partido a cada uno de los integrantes de la plantilla vitoriana, que también tienen un descuento sobre el precio final, aunque no especificado.