La innovación y la calidad han caracterizado, desde entonces, la actividad de esta firma que goza de un prestigio incontestable y una imagen de marca realmente poderosa. Porque esta firma norteamericana, nacida en 1853 cuando el alemán Strauss se trasladó a San Francisco durante la Fiebre del oro para abrir una pequeña tienda de artículos textiles y complementos, siempre ha sido pionera y fue la inventora de los míticos tejanos.