Como cuenta el escritor argentino Eduardo Sacheri en «Jugar de 85», los números en la espalda también permiten al espectador visualizar el lugar que el deportista ocupa en la cancha y que en varios casos adquiere una connotación que supera con creces su funcionalidad original. Lo mejor es que lleves uno o dos en la maleta del hospital, uno más finito y otro más grueso para la salida del hospital, por ejemplo, aunque también depende de la estación del año en la que nazca el bebé.